Las interrupciones a la producción en una planta industrial pueden resultar extremadamente costosas.

Las plantas que operan las 24 horas todos los días de la semana o producen grandes volúmenes de productos, saben con exactitud cuánto cuesta cada hora de interrupción a la producción… y suele ser una cifra que pone nerviosos a los gerentes.

Problems with baghouses are a common cause of unplanned downtime, especially when maintenance is overlooked.

Los problemas con los colectores tipo baghouse son una causa común de interrupciones no planificadas, especialmente cuando se descuida el mantenimiento.

Los problemas con los colectores son una causa común de interrupciones no planificadas, especialmente cuando se descuida el mantenimiento. Muchos gerentes de planta creen que están ahorrando dinero al reducir el mantenimiento de los sistemas de recolección de polvo. Creen que están ahorrando unos cuantos pesos, cuando en realidad pierden miles de dólares a la larga, cuando todo el sistema se detiene.

No es realista esperar que una planta funcione perfectamente 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. (Si la tuya lo hace, ¡cuéntanos el secreto!) Por eso los encargados inteligentes programan períodos regulares de mantenimiento para que todo siga funcionando correctamente.

Existen dos tipos de interrupciones a la producción: planificadas y no planificadas. Ambas tienen costos, pero con solo una de esas dos opciones tu tienes el control y puedes programarla.

Un encuesta a ejecutivos de la industria automotriz mostró que detener la producción cuesta un promedio de $22.000 dólares por minuto. Sí, entendiste bien, aunque te suene exagerado. Otro estudio encontró que la mayoría de las plantas subestiman sus costos de interrupciones a la producción en un 300%.

Ahora imagina que tu colector de polvo industrial falla. Lo más probable es que no lo haga solo… afectará a otros sistemas relacionados con el proceso. En muchas plantas, los colectores de polvo que se usan para el control ambiental deben funcionar en todo momento. Cualquier falla puede activar una interrupción obligatoria de toda la operación. Cuando las interrupciones a la producción cuestan miles de dólares por minuto, es fácil ver cómo omitir el mantenimiento preventivo del colector de polvo puede convertirse rápidamente en el plan de “ahorro” más caro de la historia.

Sin embargo, a pesar de su importancia, los colectores de polvo suelen recibir poca atención cuando se trata de mantenimiento preventivo.

A continuación, te damos tres consejos prácticos para mantener tu colector de polvo —y tu producción— funcionando de una manera impecable.

1. Evita la abrasión que daña tus filtros

Holes in a dust collector filter bag

Trabajar con un excesivo aire comprimido causará un fallo prematuro de las bolsas, a menudo creando problemas de abrasión o incluso provocando agujeros en el material

La abrasión ocurre cuando el polvo entrante golpea los filtros a gran velocidad o volumen. También puede producirse cuando las mangas se rozan entre sí o con otros componentes, como las jaulas. Este tipo de desgaste es una de las principales causas de fallas prematuras en las bolsas, y cuando las bolsas presentan fugas, generalmente hay que apagar el sistema para encontrarlas y reemplazarlas.

Para reducir la abrasión:

  • 🔸 Usa placas deflectoras para desacelerar y distribuir el aire entrante de manera uniforme, permitiendo que el polvo más pesado se decante antes de llegar a los filtros.
  • 🔸 Asegura un diseño adecuado de entrada para evitar que el aire golpee directamente las bolsas.
  • pleated filter graphic

    Los filtros con muchos pliegues en el material proporcionan una mayor superficie de tela en un área reducida, permitiendo mejorar la relación aire-tela en la misma área del filtro

    🔸 Considera instalar filtros de pliegue, que al ser más cortos que los filtros de bolsa, elevan los filtros fuera del trayecto directo del polvo entrante. Esto le da más espacio a las partículas para asentarse antes de impactar en los filtros.

2. Cambia todos los filtros al mismo tiempo — Evita los recambios parciales

Uno de los errores de mantenimiento más comunes (y más cortoplacistas) es reemplazar solo los filtros individuales que fallan, en lugar de todo el conjunto. Aunque pueda parecer una medida para ahorrar, en realidad provoca más fallas, más emisiones y más interrupciones a la producción… nada nada bueno.

¿Por qué? Cuando se instala un filtro nuevo entre otros más viejos y llenos de polvo, el aire fluye naturalmente con mayor facilidad a través del nuevo. Ese exceso de flujo hace que el filtro nuevo —y los que están cerca— se desgasten más rápido. Tiene un efecto dominó.

Consejo de los expertos: si ya reemplazaste más del 5–10% de los filtros en una unidad, es hora de cambiar todo el conjunto. Esto evita que el ciclo de fallas continúe y ayuda a restaurar el rendimiento óptimo del sistema.

3. Instala un sensor de monitoreo triboeléctrico

Triboelectric leak detector

Con dispositivos como medidores de opacidad o sistemas de detección de fugas triboeléctricos, las plantas pueden medir emisiones con una precisión extrema.

¿Quieres detectar fallas en los filtros antes de que te sorprendan? Instala un monitor triboeléctrico. Es una de las mejores herramientas para detectar de forma proactiva fallas tempranas o al final de la vida útil de los filtros.

Con un sistema bien instalado, vas a recibir una alerta ante las primeras señales de una fuga, con suficiente anticipación como para resolverlo durante el próximo mantenimiento preventivo. Eso significa menos interrupciones de emergencia y menos contaminación de los filtros cercanos.

Y cuando ocurre una fuga, los sistemas de monitoreo triboeléctrico pueden ayudarte a localizar con precisión el punto exacto del problema, ya sea en un compartimiento, fila o incluso en una bolsa específica. Bastante impresionante, ¿no?

Conclusión

El mantenimiento regular y el monitoreo inteligente de tu colector pueden ayudarte a evitar interrupciones a la producción, reducir emisiones y mantener a tu equipo enfocado en la producción, no corriendo detrás de fugas. Al final, no se trata solo de polvo… ¡se trata de ahorrar dinero y administrarlo bien!

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